Qué diferentes somos las mujeres de los hombres… Este es uno de mis pensamientos profundos del día. ¡Así soy! Y me ha salido casi sin darme cuenta, mientras iba yo así de mona vestida de Koi Suwannagate. Igual me he arreglado un poco demasiado para no tener ninguna fiesta a la vista, ¿no? ¡Da igual!
Mi reflexión ha surgido porque he dado con una empresa en internet que me ha parecido una buena idea y creo que tiene mucho sentido precisamente por lo distintos que somos los hombres y las mujeres.
El hombre común, con común me refiero a más del 60% de los de su especie, odia ir de compras.
No va! Si te acompaña te estresa buscando dónde sentarse en cada tienda, y cuando le pides opinión te pregunta si realmente lo necesitas (¿pero qué tendrá que ver?). Si va de compras para él, lo hace rápido y como si le fuera a salir una anaconda de detrás de los percheros. Además se compra probablemente lo que tiene en otro color, e incluso en el mismo para confundirte aún más. Pero ir con ellos es peor, porque todavía te estan haciendo un favor… Tenemos que andarnos con ojo, porque tengo entendido que algunos buscan la vida en pareja, para tener a alguien a quien mandar de compras.
Los que peor lo tienen son los que además de no gustarles, trabajan mucho y no tienen pareja a quien encajar el muerto. Para ellos es ideal la figura del personal shopper, que va de compras por ellos. A mí me parece lo ideal, aunque a nuestro individuo es probable que le cueste lanzarse a la búsqueda y captura de su estilista, además de que no cualquiera puede permitírselo…
Bueno, pues hoy me ha llamado la atención la empresa Trunkclub que realiza este trabajo de personal shopper pero por internet y sin coste adicional para el cliente. Vamos, que el caballero en cuestión no tiene más que encender su ordenador, hacerse usuario del sistema, conectar la cámara y por skype (videollamada) hablar con su estilista personal. En 20 minutos la estilista ya sabe todo lo que necesita sobre él y le manda a su casita un montón de ropa para que se la pruebe y se quede sólo con lo que quiera, al mismo precio que en la tienda por supuesto. El resto lo devuelve sin ningún coste y se acabó el problema. Se supone que los primeros envíos serán más de tantéo, para acabar de hacerse con el estilo y talla del individuo, pero a partir de ahí el tema irá rodado.
Los estilistas obviamente tienen acuerdos con las marcas de ropa y se llevan una comisión por vender sus prendas, pero eso no le afecta al comprador.
¿Qué os parece? ¿Está bien pensado? Me ha parecido buena idea ponerlo en el blog para que me comentéis si existe algo parecido en España o si alquien se quiere animar con ello…
No hay comentarios:
Publicar un comentario