¡Cuánto me gustan a mí estas introducciones en las que nadie sabe de qué estoy hablando!
¡Vale! Pues vestida de Kenzo, otoño 2009,
El regalo consiste en hacer que le manden a tu enamorado una braguita, más bien tanga, con forma de corazón, con medio mensaje escrito en una tarjeta dorada, en la que no se desvela tu identidad. El otro medio mensaje debe leerlo en internet, con la única finalidad de que el sistema te avise de que el afortunado ha recibido tu mensaje y en esos momentos ya sabe que su admiradora secreta eres tú. Esto implica que está que no cabe en sí y te va a llamar de un momento a otro. Por supuesto, hay que tener en cuenta el factor de riesgo del regalo: igual va el tío y se lleva un chasco porque el tanga no se lo manda Kate Moss…
¡Como lo oís! Tu regalo, en detalle, sería el siguiente:
¿No somos muy distintos los hombres de las mujeres? Creo que es por eso que no se ha creado el calzoncillograma, gallumbograma, fardapgrama, etc… Porque una chica recibe algo así y después de lucir su mejor cara de estupor, se pone a buscar los bombones desesperadamente, pensando “por favor, por favor, que haya chocolate en el paquete, que si no, este pobre se va a comer el ‘grama’ de camino a casa de sus padres”. Sé que es dramático, pero la vida es así de dura…
¿Qué opináis? ¿Le gustaría este regalo a vuestro chico?
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